Hoy festejamos el Día de San Valentín, un santo que nos recuerda la importancia del amor y la amistad en nuestras vidas.
En el Día de San Valentín, conocido también como el Día del Amor y la Amistad, recordamos la importancia del amor y la amistad en la familia, con nuestros seres queridos y también compañeros. Además, es la oportunidad especial para demostrar nuestro afecto regalando detalles, escribiendo cartas y dedicatorias, y conviviendo con aquellos que son más cercanos.
Pero, ¿sabías que el motivo de esta fecha proviene de uno de los primeros santos de la Iglesia Católica? Hoy te compartimos la historia.
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¿Quién fue realmente San Valentín?
Se presume que San Valentín nació entre el año 175 y 197 en la ciudad de Terni, cerca de Roma. Eran tiempos difíciles para los cristianos, pues eran perseguidos por el Imperio Romano. Valentín, a pesar de los peligros, se consagró al servicio de la comunidad eclesial como obispo de la ciudad de Terni, administrando los sacramentos, especialmente a aquellos que querían unirse en santo matrimonio.
El santo solía regalar flores a las parejas que deseaban casarse, como expresión de su deseo de una vida cristiana juntos.
No obstante, su labor se vio perseguida debido a que Roma veía con malos ojos los sacramentos, y muy en especial el del matrimonio, pues el Imperio quería aniquilar el cristianismo, evitando que se formaran familias bajo este credo.
Por otro lado, el emperador Claudio II creía que los soldados no debían casarse, pues esto evitaba que fueran aguerridos al someterse emocionalmente a una familia.
Sucedió que llegó a oídos del emperador que el obispo de Terni había casado a un legionario converso con una joven cristiana, acto que consideró una afrenta contra su autoridad. Sin pensarlo, dio la orden de buscar y apresar a Valentín.
El santo fue encarcelado y luego llevado a la vía Flaminia, donde lo azotaron. Debido a que el obispo era muy querido por la gente, Claudio decidió ejecutarlo y enterrar sus restos en secreto.
La tradición señala que San Valentín murió decapitado el 14 de febrero del año 273. Una versión popular cuenta que tres de sus discípulos lograron ubicar el cuerpo, para llevarlo de regreso a Terni, donde fue sepultado, construyendo, años después, una basílica en su honor.
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