PASTORAL VOCACIONAL | Colegio Hispano Americano

Congregación Hermanas Josefinas

Somos una Congregación religiosa apostólica de derecho pontificio fundada en México el 22 de septiembre de 1872 por el P. José Ma. Vilaseca español perteneciente a la Congregación de la Misión y la madre Cesárea Ruiz de Esparza y Dávalos mexicana; surgió en un período aciago de la historia de la Iglesia en México, en el que la expulsión de religiosos, confiscación de bienes eclesiásticos, supresión de noviciados, era una faceta de la aplicación de las Leyes de Reforma promulgadas en 1857.

Fue aprobada como Congregación diocesana por el Excmo. Sr. arzobispo de México, Don Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, y en 1894 fue aceptada como tal en Roma, quedando así bajo la protección pontificia. En el año de 1897 Su Santidad el Papa León XIII concedió el Decreto Laudatorio y posteriormente la aprobó como Congregación pontificia el 18 de mayo de 1903.

"Todo por la gloria de Jesús, María y José", es el lema de nuestra Congregación, que nos invita a vivir según el espíritu de la Sagrada Familia y a cumplir nuestra misión en la Iglesia. Como Hermanas Josefinas usamos en la Iglesia las siglas: h. j.

Nuestro escudo, centrado en el nombre de San José, nos evoca la dignidad del humilde hijo de David; el llamado divino a imitar su sencillez, humildad y celo por la salvación de las almas; nuestro deber de cultivar la vida de gracia en nosotras y en nuestros hermanos, así como la noble tarea de darlo a conocer en todos los misterios de su vida.

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Madre Cesarita

La Sierva de Dios Cesárea Ruiz de Esparza y Dávalos, Nació en Aguascalientes, Ags., el 27 de agosto de 1829 y murió en la ciudad de México el 24 de abril de 1884. Sus restos descansan en la Casa General de la Congregación.

Su vida fue realización del misterio pascual de Cristo, de los dolores y gozos de san José, y del camino de las ¨Nadas¨ para llegar al divino Todo. Por especial providencia de Dios, es asociada estrechamente al Padre José María Vilaseca en el nacimiento de la Congregación de las Hermanas Josefinas, que fue la primera fundación femenina de México, y que, impulsada por san José, se abrió paso entre persecuciones y dificultades y logró alcanzar su estatura eclesial por la vida del mundo.

Un hecho singular tiene lugar el 12 de octubre de 1848, cuando, sintiendo una inspiración de Dios, se consagra como esposa al Niño Jesús, este acontecimiento orientará en los años sucesivos toda su vida espiritual y la preparará para la realización de la misión a la que el Señor la tenía destinada.

"Mi deseo es ser toda de Dios y servirle como lo quiera y del modo que quiera." Madre Cesarita

Padre Vilaseca

Nació en Igualada, España el 19 de enero de 1831, bautizado como José Jaime Sebastián Vilaseca. Fue defensor de la Virgen María (de ahí el cambio de nombre a José María Vilaseca); devoto y promotor de la devoción a San José.

Un acontecimiento que quedó impreso de la infancia de Vilaseca fue cuando su madre lo llevaba al Monasterio de Montserrat, apenas cumplía dos años de edad. En el camino sufrieron un accidente y el carruaje en que viajaban estuvo a punto de caer en un gran precipicio. Su madre invocó a la Virgen de Montserrat y, en aquel momento, una mano invisible detuvo el carruaje y salieron salvos y sanos. Su madre, agradecida lo consagró a María.

Escritor, formador de sacerdotes, misionero y educador, abrió colegios y escuelas, asilos, hospitales. Fundador de las primeras Congregaciones Mexicanas.

El 22 de septiembre de 1872 fundó la Congregación de Hermanas Josefinas, con el establecimiento de una escuela primaria en la ciudad de México. En 1890, ante la necesidad de una educación sólida para niñas Veracruzanas, y por peticiones especiales del Cura Ignacio Rosete, a través de las señoras Tomasa Velasco de Mosquera y Guillermina Castilla de Pérez, el Padre José María Vilaseca envió al puerto de Veracruz cinco religiosas de la Congregación para fundar el ahora Colegio La Paz de Veracruz, A.C.

"Hacer siempre y en todo lo mejor." Padre Vilaseca

Nuestro servicio al mundo desde la Iglesia

Llamamos apostolado al servicio que realizamos desde nuestra Congregación.

Esto es: Educación, Salud, Misiones, Centro de catequesis, Apoyo a migrantes, casa hogar para ancianitos y para niños.

En el desempeño de nuestra misión seguiremos a Cristo que proclamó el reino del Padre con el testimonio de su vida.

Así hemos de hacer las obras del Señor, de tal modo que, por la caridad y el esmero en cumplir los deberes propios de nuestra vida religiosa y nuestros ministerios, seamos un testimonio que anuncie el reino de Dios y lo haga presente.